Un plato contundente que combina lo mejor de los sabores asiáticos: ternera jugosa, verduras crujientes y un huevo frito que corona todo con cremosidad. Ideal para una cena rápida con carácter.
Productos con los que prepararla
Ingredientes
- 300 g de tallarines (o noodles cocidos al dente)
- 300 g de ternera (solomillo o entrecot en tiras finas)
- 1 calabacín pequeño en bastones
- 1 pimiento rojo en tiras
- 2 zanahorias en bastones
- 1 cebolla en juliana
- 4 huevos
- 3 cdas de salsa de soja
- 1 cda de salsa de ostras (opcional, para potenciar el sabor)
- 1 cdta de jengibre fresco rallado
- 2 dientes de ajo picados
- 2 cdas de aceite vegetal
- 1 cda de aceite de sésamo
- Sal y pimienta al gusto
Instrucciones
- En el wok bien caliente, vierte el aceite vegetal y saltea la ternera a fuego vivo durante 2-3 minutos hasta que se dore. Retírala y reserva.
- En el mismo wok, incorpora el ajo y el jengibre, sofríe brevemente hasta que desprendan aroma, y luego añade las verduras (calabacín, pimiento, zanahoria, cebolla). Saltea hasta que estén al dente pero aún crujientes.
- Añade los tallarines cocidos y mezcla bien con las verduras.
- Vierte la salsa de soja, la salsa de ostras (si la usas) y el aceite de sésamo. Mezcla con firmeza para que cada hilo se impregne.
- Incorpora nuevamente la ternera al wok y saltea todo junto durante 1 minuto más.
- En una sartén aparte, fríe los huevos al gusto (yo lo dejaría con la yema jugosa para que al romperla se mezcle con los tallarines).
- Sirve los tallarines en platos hondos y corona cada porción con un huevo frito. Espolvorea con un poco de cebollino o sésamo si te apetece.
