Un postre divertido y delicioso que combina cookies recién horneadas con tu helado favorito para crear un sándwich cremoso y crujiente al mismo tiempo. Perfecto para días calurosos o celebraciones informales.
Productos con los que prepararla
Ingredientes
- 12-14 cookies
- 200 g de harina de trigo
- 1/2 cucharadita de bicarbonato de sodio
- 1/4 cucharadita de sal
- 115 g de mantequilla sin sal (a temperatura ambiente)
- 100 g de azúcar blanco
- 100 g de azúcar moreno
- 1 huevo grande
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- 150-175 g de chips de chocolate (oscuro o semidulce)
Instrucciones
- Precalienta el horno a 180 °C (convección si tienes, si no la convencional)
- Forra la bandeja de horno con papel para hornear.
- En un bol, tamiza la harina junto con el bicarbonato y la sal. Reserva.
- En el bol de la batidora con la pala, coloca la mantequilla, el azúcar blanco y el azúcar moreno. Bate a velocidad 4 durante unos 2-3 minutos, hasta que la mezcla esté cremosa, pálida y bien integrada.
- Reduce la velocidad, añade el huevo y la vainilla. Bate hasta que se integre, raspando los bordes del bol si es necesario
- Con la batidora a baja velocidad, añade poco a poco la harina + bicarbonato + sal. Mezcla solo hasta que ya no se vean rastros de harina (no sobrebatir).
- Apaga la batidora. Agrega los chips de chocolate con la espátula, mezclando manualmente para que queden distribuidos de forma uniforme, sin que se rompan demasiado.
- Con una cuchara para helado o una cuchara normal: toma porciones de masa (unos 30-35 g cada una, aprox. del tamaño de una nuez grande). Colócalas en la bandeja de horno dejando espacio entre ellas (unos 5 cm) ya que se expandirán.
- Si tienes tiempo y quieres que las cookies mantengan mejor su forma (menos extensión), mete la bandeja con las bolitas de masa en la nevera unos 30 minutos.
- Hornea durante 10-12 minutos o hasta que los bordes estén levemente dorados, pero el centro todavía algo blando.
- Al sacarlas, déjalas unos 5 minutos en la bandeja; luego pásalas a una rejilla para que terminen de enfriarse.
- Una vez frías, colocamos una bola de helado sobre una de las cookies y tapamos con la otra. Apretamos con la mano y voilá un sándwich de helado con una infinidad de posibilidades de combinaciones de sabores.
